De Hermione Granger a su discurso en la ONU. Repasamos algunos de los acontecimientos que han convertido a la actriz en todo un referente en este campo
Su estilo british es impecable, copando siempre los mejores looks. Bañada en pecas, es innegablemente bella a la par que dulce. Y es valorada como una de las famosas más simpáticas del star system. La lista de virtudes de la intérprete podría continuar (y mucho), porque –siendo francos– los contras son casi imposibles de encontrar. Todos estos atributos le han llevado a convertirse en el rostro (feminista) de la actual Generación Z o Post-Millennial. Un referente cuyo discurso le ha otorgado la condición de portavoz de todas aquellas mujeres que siguen luchando por la igualdad entre géneros. Recogemos los cinco momentos que han concedido a Emma Watson la condición que ostenta.
1. Todo comenzó con Hermione Granger
Si hay que remontarse en el tiempo, hemos de hacerlo al año 2001, cuando la actriz daba vida a la inteligente y siempre dispuesta Hermione Granger. No todo iban a ser entrevistas públicas y conferencias, porque este discurso ya se consolidaba en la gran pantalla. Crecimos con esta estudiante modelo de 11 años, que demostraba unas aptitudes que nada tenían que envidiar a sus opuestos masculinos y que, al menos en la ficción, todo parecía igualitario. Precisamente, J.K. Rowling concebía a este personaje como una proyección de su conciencia feminista. Y, aunque no siempre ocurre, es uno de esos casos donde el parecido con la realidad es palpable.
La actriz británica no solo finalizó sus estudios, aún con los rodajes de Harry Potter en marcha, con excelentes calificaciones sino que es Licenciada en Literatura Inglesa por la Universidad de Brown. Sus principios son tan férreos como esa chica (algo sabihonda) cuyo brazo se agitaba en el aire ante cualquier pregunta. “Empecé a cuestionar los supuestos de género a los ocho años, ya que no comprendía porque me llamaban «mandona» cuando quería dirigir las obras de teatro que preparábamos para nuestros padres, pero a los chicos no se les decía lo mismo”, exponía como Embajadora de Buena Voluntad de la ONU Mujeres. Si ya en la saga se encargaba de fundar la Plataforma Élfica de Denfesa de los Derechos Obreros (P.E.D.D.O.), en la realidad ha creado la campaña #HeForShe.
2. Su discurso en la ONU
“Podréis pensar: ¿Quién es esta chica de Harry Potter? ¿Qué hace en la ONU? Yo también me lo he estado preguntando a mí misma. Todo lo que sé es que me preocupa este problema y que quiero mejorarlo”, explicaba Watson en su alegato ante las Naciones Unidas en septiembre de 2014. El auditorio se ponía en pie para aplaudir la contundencia de sus palabras y la revolución en la Red no se hacía esperar. Siempre hay un momento definitivo, y sin duda, éste fue el suyo. El feminismo del siglo XXI tenía un nuevo rostro. Pero no el feminismo agresivo, que se convierte en sinónimo de odio masculino, sino aquel que se ajusta a la definición original del término: “La creencia de que los hombres y las mujeres deben tener derechos y oportunidades iguales. Es la teoría de la igualdad política, económica y social de los sexos”.
El propio Ban Ki-Moon le animaba a emplear esa ‘varita mágica’ que posee para alcanzar los objetivos de una causa social que aún queda lejos de vislumbrar el final. Watson promocionaba entonces la campaña #HeForShe; una invitación directa a que los hombres tomaran partido en esta tarea global a favor de la equidad. “Nací en Gran Bretaña y considero que lo correcto es que como mujer se me pague lo mismo que a mis compañeros varones. Creo que está bien que yo pueda tomar decisiones sobre mi propio cuerpo. Creo que es correcto que haya mujeres que me representen en la elaboración de políticas y la toma de decisiones en mi país. Creo que socialmente se me debe tratar con el mismo respeto que a los hombres”, reclamaba la joven.
3. El público pregunta (ella responde)
Las actriz británica no duda en responder a sus seguidores a través de las redes sociales e involucrarse en debates de actualidad. Una usuaria le hizo llegar la siguiente cuestión (vía Twitter): “Mi padre dice que no puedo ser ingeniera porque es una profesión de hombres. ¿Qué hago para que cambie de opinión?”. La respuesta de Emma Watson no podía ser más clara y concisa: “Gradúate en ingeniería”. Porque ella es una chica de acción, son los hechos los que prueban el cambio.
Por esta misma razón, las filtraciones fotográficas de 2014 que se produjeron (exclusivamente) de mujeres demostraban el largo camino por andar. El contenido personal de sus teléfonos móviles fue volcado en la Red. Rihanna, Kate Upton o Jennifer Lawrence fueron algunas de las afectadas. En defensa de esta última, la intérprete posteó lo siguiente: “Sólo hay algo peor que ver violada la privacidad de las mujeres en redes sociales y es leer comentarios que muestran una gran falta de empatía al respecto”.
4. A distancia de una imagen hiper-sexualizada
A los 14 años ya se enfrentaba a una industria deseosa por construir una versión sexualizada de sí misma. Pero, lejos de querer aceptar ese rol, que parece esperar a las debutantes que comienzan a florecer en los terrenos de Hollywood, su carrera ha destacado por películas independientes y papeles alejados de tal etiqueta. Las ventajas de ser un marginado (2012), The Bling Ring (2013) o Regresión (2015) exploran papeles y géneros dispares. Precisamente, el inminente estreno de este último filme de suspense dirigido por Alejandro Amenábar podría ser el salto definitivo al cine más “adulto” que la artista haya realizado hasta la fecha.
5. Sí, Hollywood es (aún) machista
“He vivido el sexismo en el hecho de haber sido dirigida por hombres 17 veces y sólo dos por mujeres”, comentaba Watson en una reciente entrevista en el diario The Guardian. “De los productores con los que he trabajado, 13 han sido hombres y solo uno ha sido una mujer”. Datos que no hacen más que corrobar que Hollywood sigue bebiendo de un espíritu machista, donde las actrices cobran un salario inferior por el simple hecho de nacer mujer. Mismo trabajo, pero distinta retribución. Una ecuación que se repite en todo tipo de profesiones, pero que en la meca del cine parece estar estipulado como norma.