Regresión: Nueva información y detalles de la película

Alejandro Amenábar vuelve a las pantallas con ‘Regresión’, que representa una vuelta de tuerca al suspense, género con el que debutó en el largometraje en 1996. “El término “regresión” significa, entre otras cosas, volver atrás”, dice Alejandro Amenábar.

“Este proyecto supone para mí revisitar el misterio, reencontrarme con el género que marcó el inicio de mi carrera con Tesis, una película donde exploraba el poder casi hipnótico que a veces ejerce sobre nosotros la contemplación del horror; siguió con Abre los Ojos, una mirada alucinada y enfebrecida en la que convivían sueño y realidad; y culminó con Los Otros, un intento de recuperar el sabor de los viejos clásicos del suspense. Siempre busco lo que me empuja, lo que me motiva, esa energía que a veces se encuentra explorando cosas muy diferentes. Por eso he ido indagando en distintos géneros: el drama, el terror, el suspense, o en la mezcla de géneros, presente ya en ‘Ágora”.

La nueva película de Alejandro Amenábar no es una inmersión directa en el suspense, en palabras de Fernando Bovaira, productor del film: “Regresión se acerca más a una combinación de géneros; que ha llevado a Alejandro a subvertirlos. El título es muy adecuado porque de alguna manera la película de lo que trata es de la extrañeza, de la complejidad de la mente humana”.

“Algunas de las cosas que se narran en Regresión encajarían en la temática de terror”, explica Alejandro Amenábar, “aunque el tratamiento es de thriller psicológico con altas dosis de policíaco. Los referentes han sido sobre todo thrillers y películas de terror americanas de los 70: ‘El Exorcista’, ‘La Semilla del Diablo’, entre otros, porque había algo de contención que me apetecía rescatar. En ‘Los Otros’ la inspiración fueron películas de los 40, 50 y 60; y aquí de los 70. Quería rescatar el tono sobrio e incluso pausado de muchas de ellas. Pero sobre todo, tomarme muy en serio lo que estábamos contando”. El respeto por el género permeó en todos los equipos que han formado parte del proyecto, desde los actores a los responsables de la factura visual del film. “Cuando Alejandro me propuso hacer esta película”, dice Daniel Aranyó, director de Fotografía, “me dijo que para él era muy importante que en todo momento la historia fuera muy creíble. Que en todo momento te sintieras viendo las películas de los años 70, donde había una contención en el lenguaje y una sobriedad que hacía mucho más cercana la relación con los personajes y la credibilidad de lo que te estaban contando. Teníamos que huir del artificio en el que hoy en día mucha gente se apoya para crear suspense o thriller. Y dejar que la historia te fuera guiando pausadamente”.

Inspirada en una oleada de sucesos ocurridos en Estados Unidos durante la década de los 80, la película es a la vez “una reflexión sobre la maldad y una exploración de los vericuetos de la mente”, dice Fernando Bovaira. Las acusaciones iniciales que sirvieron de documentación para la escritura del guión nacieron en el contexto de un creciente poder político y religioso dentro de los Estados Unidos, y luego se propagaron por el resto del mundo con desigual intensidad, llegando a calificarse como un caso de conspiración global no sólo por las fuentes más sensacionalistas.

“Hubo una serie de fenómenos reales en los que la investigación policial, el asesoramiento psicológico y la superstición convergieron en un intento por desentrañar un extraño y horripilante puzzle conocido como Abuso Ritual Satánico”, recuerda Alejandro Amenábar. “La catarata de acusaciones y confesiones fue abrumadora, destruyó familias enteras, generó caos y pánico social y tuvo en numerosos casos duras consecuencias penales. Ha sido muy interesante revisitar aquellos casos de la década de los ochenta y noventa con la mirada de un ciudadano del siglo XXI”.

“Los estudios sobre el cerebro son una nueva frontera para los científicos. Todavía se sabe muy poco sobre cómo procesamos nuestros recuerdos y cómo el tiempo y la manipulación pueden cambiarlos”, dice Fernando Bovaira. “Aunque la religión y la ciencia pertenecen a distintos ámbitos, como Stephen Jay Gould sostuvo, la psicología se encuentra aún en un estado de desarrollo y puede caer fácilmente en la superstición. En Regresión, Raines y el reverendo Beaumont aparentemente luchan en distintos campos pero están más cerca de lo que puedan pensar”.

“La novedad de esta película es que además de unos momentos de grandísima intensidad, retrata unos acontecimientos increíbles que transcurrieron realmente en Estados Unidos en los años 90 y consigue atrapar al espectador en una investigación de la cual no saldrá indiferente”, dice Ghislain Barrois, productor ejecutivo y consejero delegado de Telecinco Cinema. A partir de la denuncia que abre la película, los protagonistas de Regresión se meten de cabeza en un mundo de persecuciones, visiones, misas negras… y luchan a contrarreloj para encontrar la prueba que permita sustentar todas sus sospechas y enviar a los culpables a la cárcel. “En el crecimiento de aquel fenómeno jugaron un importante papel los medios de comunicación, los testimonios y los ensayos que se han escrito sobre experiencias satánicas… y también la propia influencia del cine”, dice el director.

Ambientada en una pequeña comunidad del Medio Oeste de EEUU, el pueblo y los enormes paisajes que lo rodean conforman un escenario muy particular, que aporta elementos extra a la historia. Lo explica el guionista y director: “El Medio Oeste está configurado por espacios muy grandes que contienen mundos muy pequeños. El de la película es un típico pueblo americano con las casas desperdigadas donde todos se conocen. En esos universos tan cerrados el sentimiento de culpa por haber cometido algún error se convierte en algo importante. La culpa es un elemento de peso en la vida de los protagonistas”.. ¿Qué provoca el miedo en cada uno de nosotros?, se preguntan los responsables de la cinta. El actor Ethan Hawke, protagonista de la película dice: “La película explora nuestra relación con el miedo, por qué disfrutamos pasando miedo, o por qué lo odiamos y a la vez nos atrae. Gran parte del miedo y la culpa está en nuestra personalidad”.

Para Fernando Bovaira, “Regresión es una película sobre el miedo, sobre cómo confrontamos nuestros miedos y sobre cómo a veces esos miedos se convierten en nuestro peor enemigo. Está estructurada como una historia policíaca en la que aparentemente no se encuentran pruebas del crimen investigado. A menudo en el género policíaco el caos lo provoca alguien que comete un delito; a partir de ahí la policía, a través del éxito de la investigación, restablece el orden. En Regresión, Bruce, el protagonista, se enreda tanto en el caso que se ve atrapado. El cazador de la verdad se convierte en presa”.

Rodada íntegramente en inglés, Regresión cuenta con un reparto internacional encabezado por el estadounidense Ethan Hawke y la británica Emma Watson.“Bruce Kenner, el personaje nterpretado por Ethan Hawke, es el tipo listo del pueblo, el más sofisticado de la comunidad. Mientras que Angela Gray, el interpretado por Emma Watson, es como un angelito en medio de todo ese mundo, que parece que no dice nada pero que hace saltar todas las chispas”, dice Alejandro Amenábar. “Mi personaje es un enigma para mí”, explica Ethan Hawke.

Un desafío compartido por director y protagonista sobre el que Alejandro Amenábar destaca: “Ethan, al comienzo del proyecto, dijo que era la historia de un hombre dormido. Y le respondí: No, hombre, esta es la historia de alguien que está permanentemente despierto, que no se le escapa nada. Creo que se las ha ingeniado para construir un personaje que efectivamente es el tío listo de esa comisaría pero también que está dormido todo el rato. Lo que más me sorprendió del trabajo de Ethan es cómo consigue ese registro de un tío súper duro que al final está asustado de verdad”.

El detonante de la historia narrada en ‘Regresión’ es la denuncia presentada por la joven Angela Gray, una adolescente discreta que con su acusación saca a la luz conflictos que nadie se había atrevido a verbalizar antes. “Es de los papeles más difíciles que he tenido que interpretar”, dice Emma Watson. “Angela ha tenido una vida muy difícil. Ha crecido en una casa con dos adictos: su padre es alcohólico y su abuela también y su madre murió cuando era muy joven en un accidente de coche. Tiene una historia muy complicada”.

¿Por qué escoger a una actriz inglesa para contar una historia que gira en torno a una familia rural norteamericana? Alejandro Amenábar no tuvo dudas sobre quién podría ser la perfecta Angela Gray: “Emma Watson es una mujer inteligentísima, tiene mucho talento y entendió el proyecto perfectamente. Cuando haces una película como esta necesitas cómplices, gente que entienda lo que quieres contar. Ella tenía las ideas muy claras cuando llegó a rodar”..

Ghislain Barrois añade sobre el trabajo de los protagonistas de Regresión: “Ethan y Emma son dos actores de inmenso talento. Lo que más destacaría de su trabajo en ‘Regresión’ es la sutileza de sus interpretaciones. Les hemos visto en registros radicalmente diferentes en el pasado, pero en Regresión añaden nuevos registros a su paleta de actores”.

Uno de los mayores desafíos de ese proceso de selección era encontrar a un actor que supiera explicar la teoría de la regresión con la naturalidad y la precisión adecuadas para facilitar al espectador la inmersión en el aspecto científico, y que al mismo tiempo pudiera ser percibido como el personaje más amable, el que introduce la nota de humor en la historia. “El reto era dar con alguien que te diera, además, autoridad. Que fuera capaz de explicar la terapia sin dejar espacio para cuestionarla”, explica Alejandro Amenábar. “Cuando repetíamos las tomas en las que explica la terapia, David Thewlis cada vez lo hacía mejor“.

Para el actor británico: “Raines es el psicoterapeuta que llega a la investigación para ayudar, pero es un hombre muy testarudo e insiste en que no se va a dejar seducir por el ocultismo ni por la religión. En contraposición al Reverendo Beaumont, es estrictamente un hombre de ciencia que quiere resolver todo este caso a través del procedimiento científico. Estoy tan convencido de que mi forma de trabajar es la correcta que creo que Raines, en realidad, provoca muchos de los problemas”.

Como explica David Thewlis, su personaje y el Reverendo Beaumont generan una corriente dual en la narración. “Beaumont es el personaje más obsesionado con el mal”, destaca el director.

Lothaire Bluteau lo cuenta así: “Son las dos caras de la moneda, la psiquiatría y la fe. Interpreto a un tipo que acepta las reglas de la Iglesia pero no es un extremista. Me encantan las películas donde el público tiene
que tomar partido“.

Encontrar a los demás miembros de la familia Gray fue tarea tanto del equipo liderado por Jina Jay -quien ya colaboró con Alejandro Amenábar en Los Otros y Agora como del canadiense Jason Knight. Para John Gray, el padre de Angela, Amenábar escogió al sueco David Dencik: “David era la opción más heterodoxa para encarnar a John. Lo inmediato hubiera sido seleccionar a un tipo aparentemente peligroso, pero arriesgamos con David Dencik porque confiábamos en que diera una energía más sinuosa, más frágil y algo más cercano a Peter Lorre, que permite conectar emocionalmente mejor con él. Tiene lo justo de fragilidad, de culpabilidad, y a la vez la mirada de un hombre oscuro que está escondiendo muchas cosas”.

Desde el punto de vista de Dencik, tanto el guión como su personaje “han sido escrito por una mano firme con una visión muy poderosa. Es una historia con unos personajes de enorme complejidad. Cada vez que leo el guión encuentro nuevos ángulos a la historia”.

En el caso de Rose, la madre de John, los espectadores se sorprenderán al descubrir la extraordinaria transformación experimentada por Dale Dickey para dar vida a la abuela, “es una mujer muy triste. En cada una de sus escenas hay alguna emoción de ira o de confusión”, dice la actriz.

La familia Gray se completa con el desaparecido Roy, el hermano de Angela, encarnado por el canadiense Devon Bostick.

“Hizo una prueba fantástica y sólo después me enteré de que es un actor de comedia bastante famoso en su país”, dice Alejandro Amenábar.

‘Regresión’ es una co-producción internacional para la que fueron necesarias doce semanas y un equipo formado por técnicos españoles y canadienses para completar una pre-producción que arrancó en Europa pero que rápidamente se trasladó a suelo canadiense. “En una película como esta es muy importante darle credibilidad a la puesta en escena y a los paisajes que se retratan. Y eso ha sido una consigna que Alejandro ha transmitido de manera muy clara. Desde un punto de vista económico, podía haber tenido más sentido rodar los exteriores en Norteamérica y los interiores en España. Pero un rodaje es una inmersión y esa división, de alguna manera, te obliga a fragmentar equipos y a fragmentar tiempos de rodaje, y preferimos la opción de rodar en un entorno norteamericano, en esos paisajes, en esas calles, en esas granjas que le dan mucha verdad, mucha verosimilitud a la historia”, explica Fernando Bovaira. La película se empezó a diseñar en España. Se hicieron varios viajes para hacer el casting de jefes de equipo y para empezar la búsqueda de localizaciones. A principios de febrero la producción se trasladó a Canadá y allí se hizo toda la pre-producción de la película. El rodaje arrancó a mediados de abril de 2014 y finalizó a mediados de junio. Koldo Zuazua, director de producción, añade: “Toronto nos ofrecía unas buenas condiciones financieras y además es una ciudad donde se rueda muchísimo, donde hay muy buenos equipos y donde tienen unas excelentes infraestructuras”.

Carol Spier, al cargo del diseño de producción, profesional de prestigio y un mito para los amantes del género, que ha trabajado junto a David Cronenberg o Guillermo del Toro, entre otros, comenta: “Investigué la terapia de regresión. Tengo una amiga que es psicoterapeuta y pasé mucho tiempo hablando con ella sobre lo que sucedió en esa época. Realmente empecé a entender el concepto de lo que ocurre en la película”.

El resultado final se acerca mucho al que el director la había imaginado. “…una Minnesota pasada por el filtro del thriller. Para ser sinceros, la Minnesota real se acerca más a Fargo. La verdadera Minnesota está impoluta. Las cárceles, las comisarías, las calles, las casas… Nosotros hemos ido a un universo más cochambroso. La comisaría comparte el edificio con otra institución y ves que están todos allí apelotonados, que hay goteras. La casa de los Gray también tiene ese tipo de ambiente”, dice Amenábar.

Las localizaciones y las pruebas de luz fueron fundamentales para conseguir la extraordinaria factura visual de la película.

“Para mi trabajo fue definitivo que Alejandro aceptara rodar todos los exteriores día justo a la caída del sol, lo que se llama la hora mágica”, afirma Daniel Aranyó. “Es un momento en el que nada está definido; no es noche, no es día, la luz es extraña. No sabes qué se esconde detrás, empieza a haber sombras. Fue muy bueno poder hacer pruebas en los casi tres meses que estuve localizando, viajando con él y descubriendo lugares juntos”..

“Las películas que hemos tenido como referente lumínico han sido ‘Veredicto Final’, de Sidney Lumet, ‘El Exorcista’, de William Friedkin, o ‘La Conversación’, de Francis Ford Coppola”, dice Daniel Aranyó.

“Películas donde la cámara está guiando al espectador hacia el lugar de una manera sutil, elegante y sobria. Que en ningún momento está obligando al espectador a mirar a algún lado, sino que simplemente le guía, le abre puertas. Le seduce y le lleva lentamente hacia el universo de estos personajes y de lo que te va contando. El reto era que, manteniendo la sobriedad de esa época, no podía parecer una película antigua. Había que acercar la imagen al público contemporáneo. En ese sentido lo que he hecho ha sido trabajar los colores y los contrastes un poco más atrevidos de lo que hacían en esa época donde lo habitual era una luz un poco más documental. Aquí lo hemos llevado al terreno más psicológico, más “polanskiano” hacia lugares donde la sombra y la luz jugaban con lo que es conocido y desconocido”.

El mayor desafío fueron las propias regresiones que dan título a la película. Cómo hacer algo sugerente sin caer en el tópico y lograr darle la vuelta. “Huíamos del tópico onírico y de los efectos especiales cada vez que entrábamos en la cabeza de John, Bruce o Rose”, dice Amenábar. “Lo hemos mostrado como antiguamente, jugando con el desenfoque. El desenfoque es un elemento importante en la película. También pasa con las retroproyecciones en las escenas de coche.

Daniel dijo que en lugar de un chroma azul haríamos una retroproyección como en las películas de Hitchcock. Fue a lo que más vueltas le dimos y al final hicimos lo más sencillo del todo que es jugar al desenfoque con unas lentes de una distancia focal rarísima y siempre en rodaje, para no tener que crear el efecto digital posterior. En algunos casos se ha retocado, pero las visiones no están apoyadas por los efectos digitales”.

Rodada a lo largo de ocho semanas en escenarios naturales de Toronto y en los estudios Pinewood canadienses, ‘Regresión’ es una historia ambientada en ese pasado inmediato todavía anclado en la cultura pre-digital. Un viaje en el tiempo que se ha incorporado a la película de una forma especial, como replicar la textura de las películas de los años 70, según Daniel Aranyó, “…para tener esa especie de imperfección realista escogimos unas cámaras que simulan de una manera mejor, dentro del mundo digital, esta textura que le dan una suavidad a las pieles y a los desenfoques que en esa época se utilizaban mucho. Eso quita la dureza electrónica tan contemporánea y tienes la sensación de que estás viendo algo que en otra época sucedió y que fue real”

En la construcción visual de los personajes el vestuario aporta información relevante, aunque el espectador no sea consciente de ello. “El diseño de vestuario es una forma plástica con volumen, color y textura que interpreta un papel dentro del cuadro”, dice Sonia Grande, la diseñadora de vestuario. “No sólo cubre el cuerpo del personaje, sino que también ofrece información que produce emociones y sugiere ideas sobre los personajes estableciendo las características principales y acentuándolas, y así contribuye a la historia y al estilo general de la película. El diseño de vestuario debería reforzar y mejorar el vocabulario visual de la película”.

“El personaje que más costó fue el de Emma”, dice Alejandro Amenábar. “Cuando vas a hacer el vestuario para una actriz como Emma Watson, que es un referente de moda, te das cuenta que no le puedes poner cualquier cosa. Nosotros siempre la habíamos visto con un punto más virginal, con flores y sedas. Y de pronto Sonia Grande le pone un baby y a Emma le sienta fenomenal. Tiene ideas brillantes.

Otro ejemplo es la bata de Rose. A Bruce le quería poner atractivo, pero él se resistía a salir guapo”“. La comunicación entre los responsables de Fotografía, Arte y Vestuario es básica para que la visión del director y el vehículo visual de la historia se encuentren. Colores, texturas y atmósferas deben estar correctamente alineadas. “Ha sido un lujo tener a Sonia Grande en el vestuario”, dice Daniel Aranyó. “En las reuniones de equipo trajo su experiencia y sensibilidad y aportó algo; cuenta algo del personaje con su trabajo, algo que no está en la descripción de la escena o del diálogo.

He disfrutado con Sonia. He visto cómo ella aportaba esa poesía al personaje. Es muy esteta, entiende de luz muchísimo”.

“Definir el personaje y ayudar a la narrativa es el principal objetivo del diseñador de vestuario. Nuestro trabajo consiste en iluminar lo que está en el guión. No se trata de crear un vestido o un traje, se trata de crear un personaje”, explica Sonia Grande. “Me inspiraron mucho las obras de Ralph Goings y Richard Estes, así como otros autores americanos hiperrealistas”.

Paralelamente a las últimas pruebas de vestuario, los actores se fueron metiendo en la piel de los personajes en los ensayos. “Tú crees que llamas al actor para que trabaje en tu película, pero en realidad el actor es llamado por el propio guión, y nos vamos oliendo unos a otros hasta que coincidimos”, recuerda el director.

“Ensayamos poco a diferencia de otras películas, porque Ethan sólo tenía disponibilidad como una semana antes del rodaje. Creo que no hubo ni una semana de ensayos, pero a veces los ensayos son en realidad cambios sobre la marcha en el guión. Sirven para decidir, que esta secuencia no acaba de funcionar, y esta mejor llevarla por aquí… Los ensayos han servido para hacer cortes ya durante el rodaje. Sobre lo que se ha ensayado, comprender que una escena es larguísima, y ver cómo la reconfiguramos. En esta película hemos hecho mucho ese tipo de ejercicios”. La colaboración fue tal que las previsiones de producción se optimizaron. “Se formó una familia durante el rodaje”, dice Koldo Zuazúa. “Ha sido fundamental el trabajo previo realizado por todos los equipos y muy especialmente por el director, que ha llegado al set con los deberes bien hechos”. Este trabajo previo se refiere, entre otras cosas, a las previsualizaciones realizadas antes de la primera claqueta. “Las previsualizaciones permiten levantar los decorados en 3D. Para mí una tarde con un decorado en 3D es como invertir una semana en el propio decorado. En el 3D me puedo mover con esta altura, con este objetivo. Voy haciendo las fotos y luego de alguna de esas secuencias se hace la animación. Lo he intentado llevar lo más preparado posible dentro de que tienes que ser flexible”, explica Alejandro Amenábar.

‘Regresión’ es el sexto largometraje dirigido por el cineasta español Alejandro Amenábar y el tercero que rueda en inglés con un equipo internacional. Fiel a su compromiso de ofrecer la mejor ficción para un espectador global ha conseguido, una vez más, crear una fórmula de trabajo en equipo que trasciende las barreras idiomáticas. “He crecido viendo muchísimo cine americano y me siento muy identificado con él”, dice Alejandro Amenábar.

“Alejandro sabe lo que quiere”, dice Carol Spier. “Sólo viendo fotografías, imágenes y localizaciones sabía en qué dirección iba y lo que la película necesitaba. Estaba buscando una América de clase media-baja que fuera realista”.

Una visión firme, que corrobora Emma Watson: “De alguna manera lo tiene todo en su cabeza. Sabe exactamente lo que quiere de ti y es más fácil dárselo. Es muy preciso”.

Y que coincide con Daniel Aranyó: “He disfrutado mucho con Alejandro. Sentía que estábamos yendo a algún lugar que no sabíamos muy bien dónde estaba pero guiado en todo momento. Cuando sabes lo que vas a hacer desde el principio, pierdes la emoción. Con Alejandro el proceso siempre está vivo”.

No es el primer thriller que protagoniza Ethan Hawke, y en buena medida su decisión de participar en este proyecto basándose en la mirada como autor de Alejandro se ha visto confirmada después de rodar con él: “Es inteligente y entiende de tono y atmósfera”.

¿Cómo se mantiene el pulso durante el rodaje de una película que combina el thriller con el terror y que hace de la identidad y la mente su campo de batalla? David Thewlis dice: “Alejandro es tranquilo, uno de los rodajes más tranquilos en los que he estado. Cálido, agradable. Sabe lo que quiere y aunque sea muy amable y discreto defiende lo suyo”.

El reto de una co-producción como esta es combinar dos culturas tan distintas como la canadiense y la española a lo largo de un largo viaje que sólo termina con el estreno del film. “Ninguno de nosotros había rodado antes en Canadá. Y eso requiere de buena voluntad y un clima de trabajo que al final conseguimos, por encima de nacionalidades. Todo el mundo estaba haciendo la misma película y todo el mundo seguía el liderazgo de Alejandro”, recuerda Fernando Bovaira.

“Alejandro Amenábar es un director de un talento colosal y con enorme reconocimiento internacional. A pesar de su reconocimiento y de su talento es uno de los directores más humildes y está siempre dispuesto a escuchar las ideas que otros pueden tener. El mérito de Alejandro es que pone su talento al servicio de las historias y no utiliza las películas para lucirse”, dice Ghislain Barrois, que añade que “ir de la mano de su nuevo proyecto otorga a Telecinco Cinema nuevamente un marchamo de calidad, especialmente en un género en el que él es un gran maestro, dando continuidad a una relación profesional y de compromiso con su carrera que comenzamos hace unos años con la coproducción de ‘Ágora’, película que supuso una de nuestras primeras grandes inmersiones en proyectos de primer nivel en la industria cinematográfica. Nuestra colaboración en Regresión entra dentro de esa parte de nuestra estrategia como productores de cine español con vocación de internacionalidad, esa que combina con la búsqueda de oportunidades de nuevos talentos”.

“No es la primera vez que trabajando con Alejandro Amenábar reflexiono sobre sus guiones, sus películas, los universos que plantea, sus geografías, sus personajes, aunque enfocados desde el “realismo”, necesitan
que esa realidad se desarrolle plásticamente con un concepto hiperreal”, recuerda Sonia Grande. “Algo parecido a lo que plantea la pintura hiperrealista, cuyos temas parecen pertenecer a lo cotidiano, elige las instantáneas no observadas por la sociedad, incluso diría que las desechadas por ella. Creo que la estética de Alejandro nos involucra en un profundo viaje dentro de su propio espacio mental. ¿Estamos hablando de realidad? Sí. Pero es la realidad que sale de la mente una vez procesada por el ser humano. Estamos hablando de geografías mentales”.

Ocho meses después de completar el rodaje se entregó la copia final, tras una meticulosa postproducción guiada por la misma contención que Alejandro pidiera a los jefes de equipo cuando dio el pistoletazo de salida a la pre-producción.

Guiado por la brújula de la sobriedad, el equipo de efectos digitales de El Ranchito bajo la batuta de Félix Bergés ha realizado un laborioso trabajo en un registro de gran discreción.

“Lo más sorprendente ha sido que cuando hemos intentado incluir algún plano digital, muy bien hecho, la película lo ha rechazado”, explica Alejandro Amenábar. “En el diseño de sonido, con Gabriel Gutiérrez, hemos optado también por algo muy sobrio”.

Gabriel Gutiérrez resume el sonido elaborado para la película con las siguientes palabras: “En lo relativo a thriller, creo que el reto ha sido tratar de conseguir intensidad dramática sin utilizar exceso de efectismo, como tal vez haríamos si fuera una película de terror exclusivamente. Con respecto al género policiaco hemos tratado de recrear atmósferas creíbles, estimulantes, y que permitan al espectador sumergirse en la trama y en sus lugares, y acercar al espectador a los personajes.

Con respecto al drama, es, sin duda, el momento perfecto para dejar a los personajes y a la música dirigir toda la emoción”.

Para las secuencias más cercanas al género, Alejandro y el equipo de sonido han buscado un efecto inverso al previsible, “… como si de sonido fueran muy reales, algo que casi roza el micrófono a ratos, con voces que vienen por todos los lados y una experiencia que te sumerge”, explica el director. Y también se han cuidado los sonidos en las secuencias donde interviene directamente en pantalla el mundo tecno-analógico. “Hemos sido lo más fieles posibles con los sonidos de este tipo de tecnología analógica”, dice Gabriel Gutiérrez. “Desde las primeras semanas contábamos con algunos aparatos que hemos utilizado para grabar y procesar con la intención de reproducir este tipo de texturas sonoras. Hemos utilizado grabadores analógicos para algunos contenidos, tratando de recuperar su magia”.

La verdadera magia de la banda sonora de la película descansa en la sincronía perfecta entre el diseño de sonido generado por Gutiérrez y la música compuesta por Roque Baños. “Parte de la descripción sonora de los personajes recae en elementos de su entorno.

Ciertos sonidos aparecen o desaparecen en función de la ubicación o situación en la que se encuentren, algunos son más explícitos, y otros más subliminales. Hay sonidos que acompañan a los personajes y son alterados en función del estado de ánimo”, dice Gabriel Gutiérrez.

El compositor Roque Baños lo explica de esta manera: “Para acompañar los sentimientos de estos personajes llenos de sombras más que de luz, incluso en algún caso, más de oscuridad profunda que de ninguna otra cosa, he intentado tratar de entenderlos, intentar comprender por qué actúan así. Ponerme en su piel de alguna manera para poder contar cómo se sienten, aunque no comparta sus actitudes. Esta es la única forma de poder narrar lo que les sucede en su yo interior”.

Autor de la música de sus primeros filmes, por segunda vez en su filmografía Alejandro Amenábar deja en manos de otro compositor la banda sonora de su película: “La virtud de Roque ha sido que todas sus ideas, desde la primera suite de quince minutos que compuso cuando todavía no estaba en sincro con la película para mostrarme los temas que se le iban ocurriendo y que yo le dijera lo que me parecía, eran como si me hubiera leído la mente. Ha hecho una música realmente ajustada a la película. Roque es más grande todavía de lo que parece. Es muy dúctil y es muy bueno con los temas. Con el satanismo, donde yo siempre hubiera esperado algo disonante, a él se le ocurrió un tema que a ratos parece una cancioncita gregoriana, a ratos
una nana, y funciona perfectamente”.

‘Regresión’ ofrece distintas capas de lectura para espectadores diferentes y, sobre todo, espectáculo para el entretenimiento de un público muy amplio que disfruta con los buenos mecanismos narrativos y lo imprevisible. “Regresión podría aparentemente ser percibida como una película con ingredientes de terror, pero en el fondo es más bien una reflexión sobre la manera de cómo vencer y derrotar nuestros miedos primarios. Es un thriller psicológico, una película sobre la extrañeza de la mente humana y un profundo viaje a nuestro subconsciente y a nuestros demonios interiores.

Sin embargo, también tiene componentes de drama familiar, ya que esos demonios realmente pueden destruir nuestras vidas y las vidas de los demás”, dice Fernando Bovaira.

“Seguramente muchos espectadores pasarán miedo y otros harán un análisis más clínico y verán que efectivamente es también una película sobre el miedo.”, dice Ghislain Barrois. “Ha habido millones de películas de miedo y cada día es más difícil sorprender al público, por eso es necesario el talento de un director como Amenábar para traer una propuesta radicalmente moderna y novedosa”.

“Es entretenida, es sorprendente, tiene suspense y creo que artísticamente está en lo más alto y además te invita a la conversación después de su visionado”, destaca la productora canadiense Christina Piovesan.

“Es una película de suspense hecha desde la seriedad”, dice Alejandro Amenábar. “Me gustan las películas de suspense o de terror que no están hechas desde una distancia irónica. También me gustan esas como espectador, pero en general prefiero las que se toman en serio el género. ‘Regresión’ no es una película de terror. Es una película sobre el miedo, sobre la fragilidad de la mente, sobre cómo el miedo a veces nos atenaza y nos impide pensar y discernir”.

Fuente

Emma Watson Peru es un sitio web de fans dedicado a la actriz Británica Emma Watson. Nuestro propósito es promover el interés por esta actriz y sus actividades.