En su visita al edificio Empire, no desaprovechó la oportunidad de dedicar algunas palabras
No hay nadie que nos pudiera interesar más en el Día Internacional de la Mujer que Emma Watson (sus acciones, sus palabras, sus planes…), sobre todo teniendo en cuenta lo que representa para la generación actual. Embajadora de buena voluntad de la ONU, abanderada del feminismo con la campaña HeForShe y una intérprete que ha sabido labrarse una carrera y un estilo impecables. Siguiendo su tónica habitual, no desaprovechó en absoluto la oportunidad y realizó un discurso especialmente llamativo por lo personal del mismo –con anécdotas incluido.
En su visita al Empire State Building, hizo gala de su ‘saber estar’, tanto por ese look monocolor firmado por Narciso Rodriguez como por las palabras que se encargó de pronunciar. “En mi 18 cumpleaños, cuando estaba saliendo de mi fiesta, los fotógrafos se tumbaron en el suelo y comenzaron a tomar imágenes de mi falda. A la mañana siguiente, estas instantáneas ocupaban la primera plana de todos los tabloides ingleses. Si las hubieran tomado veinticuatro horas antes, hubiera sido ilegal, pero el simple hecho de tener 18 años recién cumplidos ya lo convertía en algo legal”, comentaba. Con estas declaraciones no hacía sino señalar la incoherencia de ciertas acciones, que no deberían estar permitidas de ninguna manera, ejemplificándolo con su transición de niña a mujer. También habló sobre la necesaria involucración del amplio universo artístico en el cambio social y alabó todas aquellas cintas que cuestionan “la idea de que los hombres no lloran” en comparación con las mujeres.
