Emma Watson, una actriz firme y apasionada


Malena Pichot exalta la labor de su colega y los caminos que abre el movimiento #heforshe, que promueve una nueva conciencia masculina de los géneros

Este año Emma Watson nos sorprendió a todos con un sentido discurso en las Naciones Unidas, presentando la campaña denominada #HeForShe (Él por Ella), cuya propuesta es conseguir la igualdad de género al incluir la participación activa de los hombres en el movimiento feminista. En su discurso, Watson expuso la necesidad urgente de un cambio en el imaginario de lo que se cree que es el feminismo, concepto siempre asociado con la horrible idea de odiar a los hombres. Mirando a su audiencia, Emma exclamó: «Esto tiene que parar». La definición exacta de feminismo es la convicción de que hombres y mujeres deben tener los mismos derechos y oportunidades. Tan simple como eso. Sin embargo, la palabra es entendida como algo negativo por la mayoría de la sociedad. Firme y apasionada, Watson explicó que la palabra «feminismo» incomoda, incluso a las mujeres, aun cuando ellas han sufrido discriminación y maltrato, o han sido subestimadas por el solo hecho de ser mujeres. Ser feminista de ninguna manera significa posicionarse como enemiga del hombre, explicó Emma. Muy por el contrario, el feminismo da cuenta de que el patriarcado también los perjudica a ellos. Los hombres también necesitan los beneficios de la igualdad, ellos también necesitan liberarse de sus estereotipos de género, de lo que debe ser «un hombre de verdad» o de todo aquello que supuestamente los hace «menos hombres».

La campaña #HeForShe plantea que cuando los hombres se liberen de sus mandatos, las mujeres se liberarán de los suyos como consecuencia natural. Dijo la jovensísima Emma: «Si el hombre no siente la necesidad de ser agresivo y controlador, la mujer no tendrá la necesidad de ser sumisa. Hombres y mujeres deberían sentirse capaces de ser sensibles y capaces de ser fuertes de la misma manera. Es tiempo de que entendamos al género como un espectro y no como ideales opuestos».


Muchos se preguntarán por qué deberían escuchar a una actriz de Hollywood hablando de esos temas y los más cínicos pensarán: «Bueno, pero ese discurso no fue escrito por ella», y estarían así desestimando lo que verdaderamente importa. Emma Watson es admirada por millones de chicas alrededor del mundo, que a partir de ahora se interesarán por la igualdad de género o, al menos, conservarán un leve germen de esa idea en la memoria, hasta que estén listas para usarla. ¿Qué habría pasado si cuando yo tenía 11 o 12 años alguna de mis ídolas me hubiera hablado de feminismo con la pasión y claridad con que lo hizo Watson? ¿Qué habría ocurrido si hubiéramos llegado a esas ideas antes de entrar a la facultad? ¿Habría cambiado algo en mi generación? Creo que sí, y creo que tanto Emma Watson como Lena Dunham, Tina Fey, Amy Poheler y muchas otras celebridades que se animan a llamarse feministas realmente inspiran a todos aquellos que quizá nunca hubieran llegado a Judith Buttler u otras especialistas en el tema. Son figuras accesibles que inspiran a generaciones enteras, sembrando algo en cada uno de nosotros y logrando así un cambio real.

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